Con las cuentas saneadas y tras encadenar ocho cursos con beneficios en sus balances, está preparado para aguantar el posible impacto económico que esta ‘pandemia global’ pueda causar en los clubes de la LFP. Con las dos próximas jornadas suspendidas, todos los equipos aguardan con preocupación la evolución de la situación.

Los dirigentes del fútbol estatal tiene por ahora tres semanas de margen para tomar futuras decisiones. Al período de suspensión de la competición hasta el 22 de marzo, se suma el parón ya fijado por los partidos de las selecciones, por lo que, según el calendario diseñado al comienzo de la temporada, La Liga no se reanudaría hasta el 4-5 de abril. Durante estos días, habrá que contemplar si la expansión de la enfermedad se frena o no para tomar nuevas decisiones.

En caso de que la competición se reanude a principios de abril, tan solo habrá que reajustar el calendario. Sin embargo, si el parón se prolonga más tiempo, la amenaza de suspensión definitiva de la presente temporada estará sobre la mesa.

Esa decisión conllevaría un notable perjuicio económico para los clubes, que verían afectados sus contratos con patrocinadores y plataformas televisivas, además del compromiso con sus abonados.

En lo deportivo, también cuenta con un amplio margen de maniobra. Sus principales jugadores, a excepción de Manu García, cuentan con contratos de media o larga duración y cláusulas de rescisión importantes.

Segun algunos medios en el caso del capitán, su vínculo concluye el 30 de junio, pero se prolongará durante otra campaña más de manera automática si, entre otras condiciones, completa 25 encuentros ligueros jugando más de 45 minutos. Por ahora ya acumula 20. Aunque podría no ser cierto del todo la parte de mas de 45, y podría tener la renovación sobre la mesa.

Además, la entidad gasteiztarra puede ingresar una importante cantidad de dinero el próximo 30 de junio. En los casos de Sivera, cedido al AlmeríaBurgui (Zaragoza), o Guidetti (Hannover 96, sus contratos de cesión tienen incluidas opciones de compra al término de la temporada. La de los dos primeros es obligatoria si sus actuales equipos ascienden a Primera División.