Pablo Silva y Haine Allemagne mantienen en tensión a la FIFA y su presidente, Gianni Infantino, por el uso sin consentimiento de los sprays que usan los árbitros durante los partidos para marcar las distancias de las faltas. Ambos son los creadores de los aerosoles y hace cuatro años presentaron una demanda contra los dirigentes del máximo organismo del fútbol europeo. Está previsto que el fallo se conoce en los próximos días y, aunque podría haber un recurso, Infantino se enfrenta a una sentencia que puede condenar a la FIFA a una sanción multimillonaria y al dirigente a una pena de cárcel.

La demanda es por violación de patente y el uso sin consentimiento de los aerosoles. Pablo Silva, uno de los denunciantes y que reclama más de 40 millones de euros a la FIFA, asegura que «estamos a la espera del primer fallo de fondo de primera instancia. Vamos a exigir que Gianni Infantino y todos los que correspondan vayan presos, además del embargo de bienes y cuentas».

Los creadores de los esprays explican que habían acordado con Grondona y Blatter, ex dirigentes de la FIFA, el uso de su invento para las competiciones oficiales organizadas por el organismo. Pero, Grondona falleció y, tras estallar el FIFA Gate, se acabaron las negociaciones e Infantino, según Silva y Allemagne, habría usado el aerosol sin su consentimiento. Habrían utilizado una marca diferente y saltándose la patente. «Fuimos pacientes pero cuando vimos que el spray se usó en Rusia 2018, cuando la cautelar lo prohibía estallamos».

Según algunas informaciones cada partido en el que se ha usado el aerosol desde 2017 puede acarrear una multa de 15.000 dólares favorable a sus creadores, lo que podría obligaría a la FIFA a pagar una sanción de más de 100 millones de dólares.