Este sábado el CSD ha dado a conocer el protocolo elaborado junto con Sanidad para aclarar la vuelta del deporte profesional y federado. El protocolo consta de 26 páginas, en el se detalla el plan a seguir en cuatro fases. Aunque algunos de los puntos no han sido bien recibido por los futbolistas. Uno de los más polémicos es que a partir de la fase 2 se recomiende concentrarse todos en un mismo sitio en habitaciones separadas, lo que alejaría a los jugadores de sus respectivas familias.

No están de acuerdo cuando se señala que «este regreso a los entrenamientos y la competición será bajo su responsabilidad, o bajo aquella que se derive de los acuerdos que el deportista tenga suscritos con su federación o entidad deportiva empleadora, lo que incluirá estar al corriente de los seguros que procedan». Tampoco se han mostrado muy contentos con la parte de que deben aislarse: «El procedimiento se basa en la conveniencia de aplicarlo de forma preferentemente confinada, en una instalación o lugar cerrado a la vía pública y con acceso limitado al exterior (ciudad deportiva o un hotel de concentración)».

Cuando los futbolistas y demás personal de la actividad deportiva deban hacer uso de un espacio público, requerirán de un permiso especial, algo que no ha gustado.Los jugadores no quieren tener privilegios y la disponibilidad de test cuando hay otras personas que los necesitan más no es de su agrado.

Respecto a la fase 1, rechazan el que haya «un coordinador que revise que se cumpla todo el protocolo así como que en las pruebas médicas se incluya el test de presencia de material genético viral» en caso de que su sintomatología derive a hacerlo. Los futbolistas no quieren que «las pruebas en el laboratorio de valoración funcional sean sustituidas por pruebas de valoración funcional en el terreno de deportes, realizadas de un modo individual» ni dejar de tener tratamiento con los fisioterapeutas. Esto ultimo podría ser muy necesario, tras tantos días sin poder entrenar con normalidad.

Necesidad de personal de apoyo y utilleros

Sobre la fase 2, donde seria obligatoria la concentración mencionada que no ha gustado, tampoco ha gustado que «entrenador y cuerpo técnico deban llevar guantes y mascarilla y mantener una distancia mínima de dos metros» así como no poder compartir nada de material ni de comida ni que haya personal de apoyo y/o utilleros.

Otras medidas de prevención que se tomarian «en los restaurantes y cafeterías se entregarán las comidas a los deportistas en contenedores cerrados individuales y ya desinfectados, y se establecerán turnos de comida que permitan el alejamiento necesario de 2 metros» y la separación «mínima de 6 metros en los vestuarios» no son bien vistas.

Durante esta fase se repetirán los controles médicos y todo lo que ello conlleve en el caso de encontrar un positivo (aislarlo, hacer test de Covid-19 a todo el grupo de entrenamiento y elaborar controles médicos diarios. A los jugadores no les gustaría este apartado.

Se niegan a la concentración y las pruebas masivas

Respecto a la fase 3 tendrian las mismas pegas con los mismos problemas descritos en la fase 2 en aquello relacionados con el confinamiento y a las pruebas médicas.En la fase 4, no están de acuerdo en el punto en el que el CSD establece que «las entidades organizadoras de la competición (en el caso del fútbol LaLiga), una vez reanudada ésta, deberán dotarse de los mecanismos necesarios para garantizar la integridad de la competición y en el hipotético caso de detección de un positivo por COVID 19, sin perjuicio de la inmediata adopción de las medidas sanitarias correspondientes».

La repetición de un control médico «por tercera vez» y de «reanudar los masajes deportivos y los tratamientos de fisioterapia» no son bien vistos por el colectivo futbolistico, básicamente por que no quieren someterse a estos controles ni prescindir en ningún momento del personal mencionado como se ha mencionado en varias ocasiones.