Hace algunos días saltaba el rumor y hoy se ha confirmado el fichaje. El Deportivo Alavés y Florian Lejeune vuelven a unir sus caminos, esta vez el jugador llega como fichaje por las 3 próximas temporadas. Tras abonar un pequeño traspaso al Newcastle para anular el año de contrato que le restaba con la escuadra británica, El Glorioso se ha comprometido con el zaguero galo hasta junio de 2024.

Desde su llegada fue uno de los habituales en el 11 titular, sumando 36 encuentros oficiales como albiazul (34 de Liga y 2 de Copa del Rey). Llego a sumar 3015 minutos en Liga y 100 minutos en Copa.

La eficacia defensiva fue sin ninguna discusión uno de los grandes problemas del Glorioso a lo largo de la temporada, Lejeune fue el defensa más regular durante los meses de competición. Tuvo un muy buen comienzo, tras pasar una mala racha (posiblemente arrastrado por la deriva negativa del grupo) mediada la temporada, al final  de temporada remonto su mala racha para ser una de las piezas importantes en la consecución de la permanencia.

Su contrato de larga duración con el Alavés supone evidentemente una clara apuesta por un jugador con experiencia, de contrastada solvencia y que todavía se encuentra en una edad óptima para ofrecer un buen rendimiento. A sus 30 años tiene por delante aún unas cuantas temporadas al primer nivel siempre que los problemas físicos graves no se crucen en su camino. 

Lo que Lejeune aporta a la defensa albiazul

Su gran envergadura le convierte en una pieza muy útil en el juego aéreo y además exhibe la contundencia que se exige a un central de garantías cuando es necesario. Pero sin duda el valor añadido de Lejeune es su excelente desplazamiento de balón. Sus balones en largo suponen una gran alternativa para dar inicio al juego de construcción albiazul y son una ayuda inestimable para superar la presión alta que acostumbran a ejercer los rivales.

En su debe, aparece una falta de velocidad (lógica por otra parte en un futbolista de sus condiciones físicas) que compensa frecuentemente con su anticipación y la intuición para adivinar la opción que escogerá el contrario. Una virtud que, por ejemplo, le permitió el curso pasado salvar varios tantos prácticamente sobre la misma línea de gol.