El Alavés ha terminado la primera vuelta con 20 puntos y la sensación de ser un conjunto sólido y fiable en casa (tan sólo dos derrotas y seis goles en contra) pero muy vulnerable en los desplazamientos (un empate en Getafe y una victoria en Eibar).

Fernando Pacheco es uno de los jugadores clave del equipo. Los babazorros han tenido, en lo que va de liga, nueve penaltis en contra y Pacheco ha logrado detener dos, el último ayer domingo contra el Betis en Mendizorroza. Antes había sido sancionado con penas máximas ante el Athletic, Real Sociedad (2), Valencia, Osasuna (2), Granada y Barcelona. El pacense paró uno frente a la Real y el segundo ante los andaluces. En el partido frente a el Valencia, Pacheco no pudo jugar por estar lesionado su lugar bajo los palos lo ocupo Sivera.

Pero es que, si contamos las cuatro últimas temporadas en La Liga, ha parado seis de treinta lanzamientos. Ningún portero de la categoría puede decir lo mismo. El Alavés ha disfrutado también de cuatro penas máximas a su favor y las cuatro las ha convertido Lucas Pérez, un consumado especialista.

Pacheco ha ido creciendo y mejorando desde su llegada. La seguridad que trasmite a sus compañeros cuando esta bajo los palos, se ve en cada partido. Se ha hecho dueño de la portería del Alavés. Y cada uno de los entrenadores que han pasado por Mendizorroza le han dado toda su confianza.